Que el resultado no sea a gusto de todos los que componen la formación no es causa para rasgarse las vestiduras, desanimarse, y cargar contra los que consiguieron más apoyos, porque de lo contrario ¿qué clase de formación es la que queremos para erosionar el bipartidismo y acabar con él, una formación remendona como PSOE, UPyD o Ciudadanos? Los remiendos no sirven más que para apuntalar el sistema corrupto. Ya hemos visto lo que pasó con UPyD y veremos lo que pasará con Ciudadanos en un futuro próximo con abrazo a la transversalidad. Estas son formaciones que sólo sirven para darle tiempo al capitalismo salvaje a que aplique su acostumbrada revolución pasiva mediante el engaño y la traición, que siempre clona en algo más sofisticado y peor de lo que había.
Que ha habido demasiado juego sucio previo a Vistalegre II nadie lo pone en duda, pero no seamos pardillos, estamos en un partido político que, por necesidades urgentes debidas al deterioro nacional que ha producido el estado de partidos, nos vimos obligados a crear a pesar de que sabíamos que los partidos políticos son el cáncer de la sociedad civil, pero permiten aglutinar el voto descontento en un tiempo récord en circunstancias extremas como las que se están dando en España. No me van a decir ustedes que estas peleas, por el poder, les han sorprendido, les han quitado los ganas de luchar y ya no van a colaborar nunca más en apoyar y, sobre todo, empujar en la dirección correcta a Unidos Podemos y que van a dejar que sea el grupo hegemónico corrupto el que decida e imponga el futuro de esta formación que fue creada, precisamente, para destruir ese maldito estado de partidos, acabar con la corrupción, el saqueo de la nación y la destrucción de la sociedad civil, ¿o tengo que interpretar que sí?
Mucho deja que desear Unidos Podemos como formación política, pero deberíamos hacernos cargo lo difícil que es lograr la estabilidad y la dirección correcta a una formación como esta, cuyo objetivo final debe ser la democracia directa, máxime cuando hay que luchar contra el monstruo de un estado de partidos que ha implantado la corrupción generalizada, sin posibilidad de regeneración. El que piense que este estado de partidos se puede regenerar es más tonto que Abundio o más sinvergüenza que los condenados del PP y PSOE por corrupción, saqueo y extorsión. Yo no me atrevería a dirigirlo, pero el que piense que lo puede hacer mejor que salga y se ponga al frente: yo lo apoyaré.
Donde sí está pasando algo muy importante es en el bipartidismo y en todo el grupo hegemónico corrupto que lo mantiene: se está desintegrando como un azucarillo. El PSOE está partido en dos como un barco alcanzado de lleno por un torpedo y después vendrá el PP si somos lo suficientemente inteligentes como para no intentar ponerle parches e intentar regenerar lo que no se puede regenerar, sino hacernos fuertes, unidos y abiertos a los que quieren el cambio, también a los de IU que se integren con lealtad aunque filtrando bien para evitar la manada de topos que viene de todas direcciones hacia el núcleo de Unidos Podemos, como esbirros y sicarios del sistema corrupto. La erosión a este miserable estado de partidos ya ha sido muy importante y cada día está más debilitado. El miedo ha cambiado de bando y aquello de que Pablo Iglesia da miedo porque habla de la unidad de la izquierda, de la casta y de la cal viva aludiendo al corrupto González, no es más que un mantra que proviene, precisamente, del grupo hegemónico que ve como peligran sus privilegios y se le acaba su miserable forma de saqueo a la nación y humillar a la población.
Está cayendo, en primer lugar, el partido más importante del régimen, el PSOE. El partido que sostiene el régimen no es el PP como quieren hacer ver algunos iluminados, es el PSOE. Cuando el PSOE se derrumbe detrás vendrá el PP, porque el PP sólo tiene posibilidades de gobernar con el PSOE como muleta. De ahí que sea tan importante el mantener la erosión del partido del régimen. Ahora ya está, como he dicho antes, partido por la mitad y lo que hay que procurar es que no haya sutura posible, esto lo debilitará tanto que la rama más a la izquierda llegará a pactar con Unidos Podemos para hacer frente al desafío de la mafia que conforma el PP. La rama derechona de PSOE irá cayendo por su propio peso conforme vayan despertando todos los traicionados, que aún no se han dado cuenta de la traición debido al lavado de cerebros que llevan. Ya despertarán de ese letargo tan alienante que han recibido.
Nos espera un futuro incierto, pero estimulante para los que deseamos el cambio. Ahora veremos lo que pasa con esa división del PSOE en la que parece que los traidores son muchos menos que los disidentes y esto puede darle la victoria a Pedro Sánchez, porque ni Susana Díaz ni el melón del norte, Patxi López, parecen tener mucha popularidad en estos momentos, a no ser que hagan uso de los pucherazos a los que nos tiene acostumbrados el estado de partidos y el bipartidismo en especial. Habría que exigir un control externo que garantice que las elecciones en esas primarias no son una farsa y una tomadura de pelo a los ciudadanos.
Si esto ocurriera, que ganara las primarias Pedro Sánchez, el bipartidismo de la Transición ya no levantaría la cabeza y esta sería la verdadera consolidación del cambio, porque si Pedro Sánchez arrastra a más de la mitad de los votantes y colabora con Unidos Podemos el resto de PSOE se desintegra, los traidores se pasan al PP que es donde han estado siempre de incognito y el populacho alienado quedará huérfano, despertará de su letargo y se integrará en las filas de Pedro Sánchez y Unidos Podemos. Esto dejará al PP muy debilitado para gobernar por al menos 20 años y tendrá que dedicarse sola y exclusivamente a defender a sus capos que los jueces vayan enviando a la cárcel por mafiosos, ladrones, extorsionadores y genocidas.
En resumen: la vida sigue, después de Vistalegre II no va a pasar nada que no tuviera que pasar, liderará a Unidos Podemos la corriente más votada y se continuará la lucha por el cambio que, aunque nos parezca escaso, es muy importante el que ya se está produciendo. Los que no lograron mayoría, si son inteligentes y luchaban por el cambio, seguirán colaborando y demostrando lo que valen para hacerse más visibles en el próximo congreso y los que no asuman esta realizad pues, la verdad no sé que hacen en Unidos Podemos. Si el líder realmente vale, los resultados de Vistalegre II no debe suponer la marginación de nadie dentro de la organización, ni coartar la libertad, ni el debate, ni la diversidad y convertir la organización en una dictadura, sino en una unidad que pueda conseguir los objetivos que emanan de la sociedad civil más solidaria y preparada política y culturalmente, aspectos que deben ser valorados rigurosamente en el próximo congreso. Poco a poco es como la hormiga llena el granero y no cantando como la cigarra.