La encrucijada que tenemos, en estos momentos, cada día se agrava más, es que los líderes del PSOE anteriores a Pedro Sánchez, fueron de la misma pasta amorfa que Rajoy, una pasta viscosa, repugnante, incapaz de configurar un estado democrático y que lo máximo que han conseguido entre ambos partidos es la destrucción de España: un estado cleptocrático al servició del poder financiero que finalmente vendió a Alemania la soberanía española con aquella miserable modificación del artículo 135 de la Constitución para que se pague antes la deuda externa que el pan de los españoles hambrientos. Créanme: ¡hay que ser muy miserables, muy ruines, muy traidores y muy malnacidos para mancillar al pueblo de esta manera.
A Pedro Sánchez no le tocaba la ropa en la piel durante aquel rancio y casposo debate, estaba pensando en la tragedia que se le viene encima, dejar a gobernar a ese mostrenco mafioso para satisfacer a los históricos que están de mierda hasta el cuello, muertos de miedo a que se levanten las alfombras y salga toda la porquería que han almacenado durante 38 años de traición tras traición, o bien tener que tenderle la mano a Unidos Podemos después de toda la mierda que él ha lanzado contra ellos y tragarse el sapo de los nacionalismos excluyentes que yo no son sus amigos si no se lo traga, al sapo me refiero. Salió corriendo como un cobarde para esconderse de la prensa, que dicho sea de paso, en la prensa no hay más que esbirros del sistema corruptos del bipartidismo, con muy honrosas excepciones, pero a los que se les trata como antisistema.
Resumiendo: el debate fue lo que se esperaba, una sarta de mentiras, de exaltación del PP corrupto, podrido que él lidera y al que hay que darle las gracias por toda la miseria que ha traído a los Españoles de bien, robando a la mayoría para que se lo repartieran uno pocos ladrones entre los que se encuentran la mayoría de su partido como demuestran las imputaciones ya en firme por la financiación ilegal, la destrucción de pruebas y la defensa de Rajoy a todos los mafiosos que arropa el partido del cual él es el capo.
Y la oposición desnortada, desorientado como nunca, buscando las causas de su descalabro donde no las pueden encontrar, porque no quieren que se levanten las alfombras para ver lo que hicieron los miserables históricos como socios del PP y la camorra catalana (el clan Pujol) durante 38 años: puro terrorismo de estado.
En fin, la desgracia de la mayoría de españoles. Han arruinado la nación para varias décadas. ¡En las próximas elecciones vas y lo votas, traidor!